Forma parte de nuestra cotidianeidad, ya que nos beneficiamos de la Inteligencia Artificial (IA) día a día. La robótica está presente en asuntos de extrema importancia. Participa en quirófanos o en situaciones de emergencia, pero también en casa, con nuestro robot de cocina o midiendo nuestra presión arterial con una app del móvil.

 

Robots y restauración

Era de esperar que todo fuera tomando forma de una manera parecida a como ya lo predijera Isaac Asimov. Conocido como el padre de la robótica, avanzó muchas de las situaciones que ya vivimos gracias a la IA y el Machine Learning (aprendizaje de las máquinas).

Si los robots ya han llegado a sectores tan críticos como la Sanidad, por qué no iban a integrarse en la hostelería y la restauración. Ya disponemos de asistentes virtuales y chatbots en innumerables hoteles. Ahora le toca el turno a los restaurantes.

El caso más conocido fue el de una cadena de restauración de Singapur. Los camareros de estos locales eran drones. Se encargaban de llevar los pedidos hasta las mesas. Ocurría alrededor de 2014 y la noticia dio la vuelta al mundo, destacando con curiosidad el acontecimiento.

 

Casos de éxito

La empresa Macco cuenta, entre sus opciones de robótica, con un robot camarero. Ha sido testado para servir copas 24/7, durante todo el año. Él solo puede encargarse de la barra de un bar.

Los países asiáticos son los que más intentos han hecho por incorporar la IA a su flota de camareros. Hay que decir, en honor de la verdad, que la experiencia no ha tenido mucho éxito, más allá de estimular la aparición de curiosos. Sin embargo, los intentos no cejan para conseguir la integración de la robótica en el mundo de la restauración.

Algunos casos son más acertados. Un ejemplo es BearRobotic, un camarero robótico que reparte los platos entre las mesas. También los recoge y actúa como lavavajillas.

Pero te hablaremos de los dos casos más exitosos, por el momento. Spyce es un restaurante abierto por estudiantes en plena vía de expansión. En él todos los procesos de una receta han sido reconstruidos en lenguaje de programación. Los robots pueden interpretar las órdenes sin importar su complejidad.

Por su parte, Creartor es una hamburguesería completamente robotizada, no existe ningún empleado en la cocina. El robot Creator está equipado con 20 microordenadores, 350 sensores y 50 actuadores trabajando en comandita.

 

Ventajas de la robótica en la restauración

La IA puede aportar bastantes ventajas al sector de la restauración. Te mostramos algunas:

– El público recibe con mucha expectación este tipo de servicios. Ya no solo se habla de experiencia robotizada. También se ha colado la palabra holograma. Como en Stars Wars, pronto podríamos estar siendo atendidos por imágenes autoproyectadas.

Se reducen enormemente los tiempos de espera. Existen dos ejemplos que así lo ponen de manifiesto: Zumme Pizza, que en 22 minutos hace que el cliente tenga su pedido en casa. Por su parte, Momentum Machine trabaja en una cadena de montaje de comida rápida que podría llegar a preparar casi 400 hamburguesas personalizadas en tan solo una hora.

– Otra ventaja se reflejaría en la reducción de costes salariales. Este es un tema controvertido, porque muchas personas piensan que acabarán perdiendo su empleo. Sin embargo, se ha demostrado que los robots aún precisan de la supervisión del ser humano. Además, no pueden cargar demasiados platos y todavía no son capaces de realizar todo el proceso completo.

– La optimización de procesos sí parece estar avanzando de manera contundente. La IA está consiguiendo que los procesos robotizados resulten más rápidos y con mayor grado de excelencia. Además, se eliminan los errores humanos.

 

Consecuencias de la robotización en la restauración

La primera tarea indispensable que debemos afrontar debe ser el cambio en los modelos de gestión. Este apartado es especialmente sensible en España donde, a excepción de las grandes cadenas, la mayor parte de la hostelería son establecimientos familiares. En ellos, cuestiones como el Big data o el Machine Learning ni siquiera se plantean.

La destrucción de puestos de trabajo, sí es una cuestión que importa a muchos profesionales que ven la robótica como su espada de Damocles. Sin embargo, la restauración es un sector que, precisamente, está asistiendo a un cambio paulatino hacia la robotización.

Desde hace tiempo hemos ido introduciendo lavavajillas, robots de cocina, amasadoras… Estos aparatos han ido eliminando tareas muy tediosas. Se eliminan puestos de trabajo de baja calificación. 

A cambio se tendrán que crear otros empleos especializados en el mantenimiento y la supervisión de la maquinaria que se va incorporando. Indefectiblemente, ello conllevará la instauración de nuevos servicios, que deberán ser atendidos por personal cualificado. Se pretende que estos puestos sean de mayor calidad y con mejores salarios.

Está claro que lo más importante es asistir a la robotización de la restauración con una mentalidad abierta. Los profesionales del sector deberán ir adquiriendo los conocimientos necesarios para trabajar junto a sus nuevos “compañeros” y las empresas tendrán que ir modificando sus conceptos de negocio, para mejorar el proceso de adaptación.